Adióss tesis, adiós

Cuando escribía la tesis, cada mañana, en frente del ordenador, sonaba la sinfonía número nueve de Mozart en manos de Mitschuko Uchida. Antes de ponerme a teclear, dibujaba con tinta china un autorretrato. Los de arriba se titulan Pensamientos e Investigando. Los títulos los ponía después de dibujar, porque sé, que cuando quiero hacer una cosa me sale otra y es inútil, en mi caso, empezar sabiendo lo que quiero dibujar. Aunque disfrutaba de este rito cada jornada, no he continuado dibujándome a diario una vez depositada la tesis. Me parece que la que dibujaba con Mozart de fondo es otra Eva que dibuja a otra Eva. Estos dibujos solo retratan la manera en cómo me sentí durante el proceso de investigación, que fue atroz. En unos años, cuando los vuelva a tocar en sus cuadernos de diferentes papeles y tamaños espero exclamar ¡Qué graciosos!